sábado, 25 de octubre de 2008

¿Y A NOSOTROS QUIÉN NOS PREPARÓ PARA ESTO?


SIGNOS DE ALERTA DE TRASTORNOS ALIMENTARIOS, DEPRESIVOS, DEL APRENDIZAJE Y CONDUCTAS VIOLENTAS ENTRE ADOLESCENTES

Fundamento: Los adolescentes presentan con relativa frecuencia trastornos de la conducta alimentaria, depresivos, del aprendizaje y conductas violentas, detectados tardíamente en muchas ocasiones. El objetivo de este trabajo fue investigar la presencia de signos de alerta ante estos trastornos entre los adolescentes y relacionarlos con el entorno social y familiar y los hábitos de vida.

Métodos: Estudio transversal descriptivo, mediante encuesta a 2.178 adolescentes de 12 a 16 años, representativos de los adolescentes de Cantabria. Los signos de alerta se definieron a partir de los criterios de la Asociación Médica Americana y Asociación Americana de Psiquiatría.

Resultados: El 4,2% de los adolescentes presenta signos de alerta de trastornos del aprendizaje, asociados al sexo masculino, a la asistencia a colegios públicos y a repetir curso. El 4,3% y el 10,2% presenta signos de alerta de trastornos de la conducta alimentaria y trastornos depresivos, respectivamente, estando ambos asociados al sexo femenino. El 8,4% tiene signos de alerta de conductas violentas, más frecuente en varones. Los signos investigados están distribuidos homogéneamente y aumentan con la edad. Están asociados de forma estadísticamente significativa con mayor consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales, episodios de embriaguez y determinado uso del tiempo libre por parte de los propios adolescentes, y con mayor consumo de sustancias adictivas por amigos y familiares.

Conclusiones: La prevalencia de signos de alerta en la adolescencia y sus consecuencias individuales y familiares, a corto y a largo plazo, justifican la detección en atención primaria, mediante cuestionarios sencillos que orienten al diagnóstico precoz.

Con el fin de descartar el diagnóstico de anorexia nerviosa o bulimia, se definieron como signos de alerta los siguientes: 1) Conductas de mantenimiento crónico de dieta (tres o más dietas de adelgazamiento el último año); y 2) Mala imagen corporal.

En relación a los signos de alerta de trastornos depresivos, se definieron como tales a los dos primeros síntomas del diagnóstico de episodio depresivo mayor: 1) Humor deprimido o irritable; y 2) Pérdida de interés o placer frente a las actividades cotidianas.

Los adolescentes con conductas establecidas de rechazo escolar, problemas de comportamiento y falta o declinación del progreso académico pueden ser portadores de un trastorno del aprendizaje. Fueron investigados en este estudio: 1) Progreso escolar crónicamente bajo; 2) Faltas repetidas a la escuela; y 3) Dificultades de comportamiento.

Se consideraron signos de alerta de conductas violentas: 1) Haber llegado a la violencia con familiares o amigos; y 2) Estar envuelto a menudo en peleas o riñas.

  • Para considerar a un adolescente portador de un signo de alerta debía contestar afirmativamente a todas las cuestiones relativas al signo investigado.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-57272003000300011&lng=pt&nrm=


Ok. ¿Y a nosotros quién nos prepara para tratar con esto en la escuela? Podemos tener la mejor voluntad, esforzarnos un montón, pero lo cierto es que hoy nos vemos expuestos a realidades en las que no estamos capacitados (salvo algún curso, o experiencias vividas directa o indirectamente).

Estadísticas aproximadas en adolescentes (varían según la fuente que uno consulta)

70% son adictos (se incluye tabaco y alcohol)

25% contraen una E.T.S. (enfermedad de transmisión sexual) o se han practicado un aborto o están embarazadas.

Violencia familiar, abandonos o fugas del hogar, trabajan para cubrir sus gastos o colaboran con los del hogar, desgano, indiferencia, y todo esto - y más - repercute en su aprendizaje y en nosotros que adoptamos distintas posturas ante esta realidad, pero todas coinciden en que no nos formaron para llevarlas a buen puerto. Muchos pensarán "¿Y qué pasa con el gabinete?" Hacen hasta donde pueden en el mejor de los casos, y entre nos... no pueden hacer mucho porque tienen las manos bastante atadas en lo que al sistema respecta.

Derivamos a Centros de Día, a terapeutas, nutricionistas, pero seguimos teniendo la mayoría de las veces al chico en el colegio y la problemática continúa igual: las conductas poco felices, repitencia, ausentismo o se llevan alguna materia aprobada como regalo para el 24 de diciembre.

Poco alentador, pero como dice la frase de moda: ES LO QUE HAY... Y nosotros somos los que estamos. Es así. Ojalá que alguien nos ayude y que no sea "El Chapulín Colorado".

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